5 goles en 9 minutos
Escrito por Álvaro Cuadrado
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- 23 septiembre 2015
- en Europa
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5 goles en 9 minutos
Eres delantero pero estás en el banquillo. Has tenido grandes noches, has sido grande, pero estás en el banquillo. Humillaste al Real Madrid con tus goles y sonaste para el Real Madrid por tus goles, pero ahora estás en el banquillo. Fuiste un gran fichaje para un equipo campeón de Europa, pero estás en el banquillo. Has sido máximo goleador en tercera, segunda y primera división, pero estás en el banquillo. Para ti los partidos no se ganan o se pierden, solo cuenta cuántos goles marcas y ese es tu resultado, eres un perro de caza obsesionado con meter la pelotita en la portería. Saliste de Polonia para conquistar Europa y ya eres el máximo anotador de tu país, pero estás en el puto banquillo.
Te deprimes, angustias, muerdes los nudillos, golpeas el asiento, ese no es tu sitio. Tienes que estar en el área de tu rival atemorizando a 4 defensas, tienes que enmudecer a medio estadio y hacer estallar de júbilo al otro medio. Tu madre desde Varsovia te está viendo en un vieja televisión que pierde la señal, pero te está viendo en el banquillo. Tu padre hace 20 años que murió, pero sabes que desde el cielo te observa y como campeón de judo que fue, sientes su mirada fría y dura como si de una llave se tratara, tienes que hacerle sentir orgulloso, pero estás en el banquillo. Tu mujer medallista en mundiales de kárate sabe que se casó con un campeón, pero estás en el banquillo.
Tu entrenador, un filósofo del fútbol, un Aristóteles moderno te sentó en el banquillo y te dijo “Jugarás cuando necesites que juegues. Tendrás tu momento, serás protagonista”. Lo oyes pero lo odias, no le entiendes. El partido se le complica, pierde por un gol y tu equipo es incapaz de atravesar una defensa replegada y dura. Te mira te levantas del banquillo sabes que tú puedes con ella, pero no te dice nada y te vuelves a sentar. Los minutos pasan y tiene que hacer algo, en Munich no se puede perder. Además se juega el liderato y te vuelve a mirar, ahora sí con un gesto con la barbilla te indica la banda para que calientes. Te levantas como un resorte dispuesto a saltar por los aires, tienes un rabia dentro de ti gestada en 45 minutos de frustración en un banquillo que no era para ti. Sales y en los siguientes 9 minutos haces lo imposible: marcas 5 goles en 9 minutos, nadie nunca lo hizo, nadie nunca lo hará. Uno tras otro van entrando y van escribiendo en mayúsculas tu nombre en la historia, la muchedumbre enloquece en las gradas, tus compañeros ríen, están viviendo un sueño gracias a ti y tu entrenador junta las manos como símbolo de plegaria hacia el cielo donde tu padre te mira orgulloso. Tu entrenador continúa con un ritual de muecas, se toca la cara, la calva y con un sonrisa tonta mira en el vídeo marcador la repetición de tu hazaña, supera su lógica, aunque tú lo tienes claro: eres un DELANTERO nacido para hacer historia y esta noche la hiciste.
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