Por qué me hice del Besiktas
Escrito por Adrián Casanova
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- 23 febrero 2017
- en Europa
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El pasado miércoles 19 de octubre, tuve la oportunidad de viajar con dos amigos forofos del Besiktas a Italia para ver el partido entre el SSC Napoli y el Besiktas JK. Viviendo así mi primera experiencia en un partido de Champions League con el equipo turco.
¿Cómo y por qué llegué aquí? Empecemos por el principio…
Soy aficionado acérrimo al FC Barcelona desde niño, pero desde hace casi un año, salí de España y ahora vivo en Estambul, Turquía. Desde entonces, cada vez que hablo con alguien de fútbol salta la primera típica pregunta. ¿De qué equipo eres? Naturalmente del Barça digo y con ello llega la segunda pregunta. ¿Y de aquí de Turquía? Cuando la quinta persona me hizo la misma pregunta, enseguida entendí que debía de buscar una respuesta para ello y me puse manos a la obra.
Elegir un equipo de fútbol en mi opinión nunca se escoge al azar o así sin más, pues debe haber un vínculo, una historia o conexión que lo haga posible. Vivo en Estambul, por lo tanto, lo ideal es que el club perteneciera a esta ciudad, el “problema” es que los mejores equipos del país también pertenecen a este núcleo urbano.
Lo más sencillo hubiera sido escoger el Galatasaray, pues es el equipo con más prestigio en cuanto a títulos: 20 ligas, 1 copa de la UEFA y 1 supercopa de Europa.
Lo más lógico hubiera sido escoger el Fenerbahce por la gran plantilla que tenía la temporada pasada con jugadores como Robin van Persie o Luis Nani, pero enseguida recordé que lo que hace grande a un club no son solo los jugadores pues estos van y vienen, lo que hace verdaderamente hace importante a un club, son su afición y la pasión por sus colores pues estos durarán eternamente.
Días más tarde, regresando de cenar con unos amigos, sentí un bullicio, juraría que incluso el suelo vibraba, son ellos me dije, a lo lejos cientos de personas marchaban con banderas negras y blancas de camino al estadio, eran las águilas negras, era la afición del Besiktas. Detuve mi andar para contemplar su gozo, parecían locamente felices, recuerdo que incluso sentí envidia sana pues de alguna manera yo también quería ser participe de ese jolgorio. Fue entonces cuando entendí que mi búsqueda había finalizado y comprendí que, de alguna manera, yo no escogí al equipo ni por su historia, ni por su plantilla, lo que realmente me hizo elegir fue su afición.
Desde entonces sigo sus partidos religiosamente con mi amigo y socio del Besiktas Alican. Hace un par de semanas fue mi cumpleaños y este amigo, me regaló la camiseta de la champions del Besiktas con el número 3 de Adriano, no es casualidad que sea esa, pues se llama prácticamente como yo y procede del FC Barcelona, por tanto, era la elástica perfecta para mí. Pero ahí no termina todo, lo mejor estaba por llegar cuando me dice que nos vamos a Italia a ver el partido de champions league contra el SSC Napoli. ¡Mi alegría fue inmensa!, por fin podría ver al Besiktas jugar en la máxima competición de clubes.
Y ese gran día llegó, despierto en Italia, me pongo mi nueva camiseta con el 3 de Adriano y me reúno con mis amigos. Salimos a la calle para conocer la ciudad, ir de tiendas y comer pizza por supuesto. Mi sorpresa fue que prácticamente en cada esquina a mi alrededor aparecía alguno con la camiseta o bufanda del Besiktas JK. Estábamos conquistando la ciudad, literalmente.
A las 16:00 horas llegamos al punto de encuentro donde los aficionados partiríamos rumbo al estadio de San Paolo. El ambiente era ensordecedor, miles de aficionados turcos llegaban y el despliegue de seguridad era extraordinario. Antes de acceder al autobús a cada uno de los aficionados nos cachearon minuciosamente y nos requisaron los cinturones pues no nos permitirían el acceso al campo.
Una vez dentro del bus me di cuenta, que la fiesta acaba de empezar, los cánticos no cesaron durante todo el trayecto y fueron más de 45 km de carretera. La llegada al estadio fue de película de acción, nos desalojaron del vehículo los carabinieri completamente equipados, con cascos, escudos y porras en la mano para escoltarnos hasta el punto de acceso preparado para el equipo visitante. Una vez ahí más controles de seguridad y un último cacheo. ¡¡Y por fin!! Ya estamos dentro de San Paolo.
Cogemos un buen sitio y a medida que se va llenando el campo con los “tifosis azzurris” comienzan los despropósitos con cánticos entre aficiones, se ven botellas de agua volando en todas direcciones y los dedos corazón apuntando hacia la grada rival. El partido aún no había empezado pero la batalla ya había dado comienzo. Esto promete pensé.
Saltan los dos equipos al verde entre aplausos y los cánticos del público, se colocan en fila y entonces desde los altavoces se oye la melodía de todos, suena, la melodía de la champions. Cuando miro y veo a todo el mundo ponerse de pie sobre su asiento, le pregunté a mi amigo Alican ¿qué pasa, porque la gente no se sienta? Me sonrió y me dijo: “Adrián, en los partidos del Besiktas los aficionados sólo nos sentamos en el descanso, durante el encuentro permaneceremos todos en pie sobre el asiento. No sólo venimos a ver el partido, venimos a animar al equipo los 90 minutos hasta dejarnos la voz”. Con esa última explicación terminé de entender la grandeza de esta afición y porque es considerada como una de las mejores del mundo.
Todo estaba listo y el árbitro ruso Karasov hace sonar su silbato. COMIENZA EL PARTIDO.
Los primeros 10 minutos de partido el equipo comenzó nervioso, perdido y sin orden táctico, el dominio local era notable en el juego y las primeras ocasiones llegaban a la portería defendida por Fabricio. Cosas del fútbol, en la primera llegada con peligro del Besiktas, en una internada por banda del portugués Ricardo Quaresma acaba en la red a tiro de Adriano Correia. (Sí, el mismo que llevo yo en mi camiseta). La locura se apodera de mí y de los más de 3.000 aficionados al Besiktas 0-1.
El partido continúa en la misma línea, el Napoli es dueño y señor del balón y del partido. En el minuto 30, un balón medido del ex madridista Callejón es aprovechado por Martens para poner tablas en el marcador 1-1. La afición italiana que por un momento parecía enmudecida se viene arriba.
El partido se iguala en todos los sentidos y el Besiktas empieza a tener presencia en área rival. Cuando en una mala salida de balón por parte de los italianos propicia un mal pase a los centrales que pillan por sorpresa y dejan prácticamente sólo al camerunés Aboubakar que de tiro raso y con algo de suerte acaba en la portería del internacional español Pepe Reina. 1-2 y regresa la locura a nuestro graderío.
Con este marcador se llegaría al descanso y con él, por fin tiempo para utilizar el asiento “correctamente”.
Se reanuda el segundo tiempo y lo hace de la peor manera posible, penalti a favor del Napoli cometido por el arquero Fabricio. Se prepara Insigne para lanzar y… ¡¡para Fabriiiiiii!! Enmienda así su error, balón a córner y la afición del Napoli que no se lo cree…, sigue el 1-2.
El Besiktas sigue mandando en el marcador, pero el Napoli lo hace en cuanto a juego, llegan los primeros cambios en el equipo italiano que mete artillería arriba con la entrada de Gabbiadini y en un centro mal despejado el balón queda trabado dentro del área turca y Caner inocentemente hace otro penalti, nueva ocasión para la escuadra azzurra de empatar el encuentro. Se prepara con confianza el recién entrado al campo Gabbiadini y marca desde los 11 metros. Llueven más botellas en San Paolo con el gol, minuto 69 y 2-2.
Faltan 20 para el final y se nos complica el partido, el Napoli ataca con todo lo que tiene para efectuar la remontada y el Besiktas empieza a achicar balones empezando a dar por bueno el empate, aun así, la afición visitante sigue de pie, gritando y alentando al equipo como desde el primer minuto.
Y entonces, cuando todo parecía decidido, el árbitro pita falta a favor del Besiktas en el miunto 86 de partido. Se prepara para ponerla Quaresma, (algo me dijo que sacara el móvil para grabar la jugada pues esta podría ser nuestro último cartucho) y así fue, el balón voló suave con rosquita y llego franca a la cabeza del número 9 Aboubakar que remata y mete el balón abajo donde nada pudo hacer el portero 2-3. Se desató el delirio gooooooooooool gooooooooooool gritamos toda la afición con cara de incrédulos y desenfrenados empezamos a abrazarnos con todos los que pillábamos, recuerdo que me abalancé hacia gente que no conocía de nada pero que en ese momento compartía la misma felicidad.
El colegiado añade 3 minutos de tiempo extra, 3 minutos nos separaban de obrar un milagro en San Paolo, esto no se nos podía escapar y la afición turca parece echar el último aliento gritando más fuerte que nunca. Los segundos pasan que parecen una eternidad, pero se llega al tiempo cumplido y el árbitro da por concluido el encuentro… FINAL.
El Besiktas hace historia y por primera vez en sus 13 participaciones en fase final de grupos, gana a un equipo italiano fuera de casa en champions. Los jugadores conscientes de la gesta vienen hacia nuestra grada a celebrar con la afición la victoria y cantar juntos al unísono. Apoteosis total.
Salimos del estadio como entramos, escoltados por los carabinieri hasta llegar a los buses que nos llevarían al hotel. Las caras de mis amigos y de los demás integrantes del vehículo hablaban por sí solas, apenas había voz para hablar, ni mucho menos para cantar una canción más pero no hacía falta, la gesta se había completo con éxito.
Probablemente el Besiktas JK no llegará muy lejos en esta competición, pero los más de 3.000 aficionados que asistimos al partido, jamás olvidaremos lo vivido.
Nací siendo del FC Barcelona… y ¡me hice del Besiktas!
Adrián Casanova Marrero.
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